Han sido cinco días muy intensos. Entre debates, teatro, juegos, charlas, talleres, deporte y actividades diversas, el encuentro ha servido a nuestr@s chic@s para aprender muchísimo, conocer nuevos lugares y personas, mejorar sus habilidades sociales, «despegar» en inglés y comprobar que todos los europeos tenemos más o menos los mismos problemas y esperanzas.
Entre fuertes medidas de seguridad sanitaria, el grupo ha tenido la oportunidad de aprender la historia de Berlín, a compañer@s alemanes y a otros jóvenes de Grecia y Francia. Una experiencia para no olvidar y para atesorar como una vivencia enriquecedora para toda la vida.